vendredi 11 novembre 2016

    Vivencia y percepción de un espacio museístico

¿Para que ir al museo? ¿Qué es lo que se está jugando en la experiencia museística? Estas interrogaciones recurrentes interpelan al mundo profesional como académico. De parte de los museos, aparecen en filigrana de estas preguntas, un objetivo central: el de hacer accesible las exposiciónes a más gente. Conduce a los responsables de estas instituciones a desplegar medios cada vez más sofisticados con el fin de atraer un público variado. Aun así, el éxito no siempre es acertado. Esta interrogación encuentra un cierto éxito en el mundo académico. Sin embargo, fuera del cuadro teórico de la sociología critica de la “Legitimidad cultural” ( Pierre Bourdieu, 1979) o de los, mas psicológico, de enfoque mas “experiencial” del consumidor. Constatamos entonces la ausencia de modelos alternativos. Pero, si esas teorías han ofrecido lecturas estimulantes acerca del frenazo material y simbólico acerca de la consumo cultural o de los contenidos y de la estructura de una experiencia cultural vivida, pero eso queda muy “inexplorado”, no hemos llegado a entrar en el análisis. Así, la teoría de a legitimidad cultural, fundado sobre la idea de una estricta correspondencia entre la posición de un individuo y de las practicas que componen sus perfiles culturales (Heinich, 2007). Al contrario, el modelo experimental considera el consumo (cultural) como un estado subjetivo primario ligado al simbolismo, al hedonismo y a la estética del producto. Eso hace abstracción de toda estructura social que viene organizar el individuo al producto cultural.


 Esta claro que un museo no puede tener en cuenta cada proyecto identitario traído por cada visitante. Conviene entonces reflexionar, a los principales roles en los cuales están las motivaciones indentitaria de esos visitantes, los cuales son a priori limitados, por los recursos tangibles y intangibles propuestos por el museo. Un visitante decidirá llevar a cabo su proyecto indentitario en un museo cuando sabe que el museo es capaz de ofrecerle los recursos adecuados. El trabajo del museo seria llevar a cabo un trabajo sobre el propio museo, por una parte, parar de negar la diversidad y la legitimidad de las diferentes motivaciones de cada visitante, ósea, todo el mundo no va al museo solo para aprender, y por otra parte, preguntarse que es lo que hay en el museo, cuales son sus recursos, susceptibles de interesar y movilizar los visitantes, en busca de sus proyectos identitarios. El museo también tendría que preocuparse por la relación con el visitante ( que es lo que le podemos ofrecerle): asegurarse de la acesibilidad, hablar de los recursos del museo, que sea a l´exterior como al interior del museo. 

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